La vida bajo el grupo que manda: Mujeres de Afganistán luchan por ser libres

Tres años después de que este grupo tomara el poder en Afganistán otra vez, las mujeres 👩 viven bajo reglas muy duras. No pueden trabajar fuera de casa, ir a la escuela, ni hablar como quieren en la calle. Deben tapar todo su cuerpo y estar calladas.

Pero muchas mujeres con valor no quieren parar. “Vamos a seguir luchando hasta ser libres”, dice Farzana, que trabaja con otras mujeres contra estas reglas. Antes de que este grupo volviera, las mujeres podían estudiar y tener trabajos. Ahora todo eso se acabó.

Al inicio, las mujeres salían a la calle a quejarse, pero el grupo respondió con violencia. Muchas fueron llevadas a la cárcel y golpeadas. Ahora, las mujeres tienen que luchar ✊ a escondidas porque es muy peligroso hacerlo a la vista de todos.

El grupo mira a las mujeres con cámaras 📸 desde arriba y manda gente para seguirlas. Las mujeres no pueden caminar solas sin un hombre de su familia. Si las ven hablando en grupos, las paran y les hacen preguntas. Les revisan sus teléfonos 📱 y las castigan por decir lo que piensan.

“Nos tienen miedo porque decimos cómo tratan mal a la gente“, dice Malalai, otra que lucha. La vida es peor lejos de las ciudades, donde el grupo toma el dinero 💰 de la gente y hace daño a las familias que no hacen lo que dicen.

Estas mujeres piden ayuda a otros países. Quieren que los grandes grupos mundiales dejen de ayudar a los que mandan. Europa ha dicho que no los aceptará si no tratan mejor a las mujeres, pero hasta ahora, nada ha mejorado.

“Vivimos en un lugar muy triste y nadie nos oye”, dice Sabera, que tuvo que irse de su casa 🏠. “Pero no dejaremos de luchar por lo que merecemos, aunque no tengamos dinero ni trabajo”.

A pesar de todos estos problemas, las mujeres siguen luchando ⚔️ por poder vivir mejor, esperando que el mundo por fin oiga sus voces 🗣️ y las ayude.

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